Zape

Quisiera hablarte de una persona maravillosa a la que he conocido.
Es muy risueña, tiene una sonrisa preciosa, que contagia.
Su mirada es dulcisima, tiene uno de esos rostros apacibles que te transmite una paz serena..
Su voz, sus palabras están llenas de ternura, esperanza, de ganas de vivir..
Quizás de vivir aquello que siempre soñó de pequeña, cuando leía esos maravillosos cuentos
y en los que ella creía estar dentro, donde ella era la princesita y era partícipe de todos y cada uno de ellos
y tumbada en su cama, cerraba los ojos, se adormecía pensando en como sería su vida,
quien sería su príncipe, quien la iría a salvar de todas y cada una de sus aventuras...
Déjame decirte que ella jamás se dio cuenta de lo especial que era ya desde entonces.
Antes, cuando sentía miedo, se sentía desconsolada, triste, sola o sentía algún tipo de temor,
le bastaba con cerrar los ojos bien fuerte, contar unos segundos, y al abrirlos...
todo lo malo había desaparecido.
Se secaba sus lagrimitas, cogía aquella vieja muñeca, se agarraba bien fuerte a ella y sonreía.
Luego cuando creció nada de eso ya funcionó. Intentaba cerrar los ojos cada vez más y más fuerte
pero al abrirlos de nuevo, todo seguía allí, su temor, su inseguridad, su miedo...
Y aprendió poco a poco a hacer frente a todas las cosas, a luchar, a respetar y a ser respetada,
a tener paciencia, a comprender y a sentirse comprendida.
Poco a poco se abrió un camino en esta vida, aunque si le costó un poco más de la cuenta,
consiguió ser alguien.
Alguien a quien cuando conoces, no consigues más separarte de su lado.
Alguien a quien echas de menos a cada segundo.
Alguien a quien recurres cuando todo se te viene encima.
Alguien a quien es imposible no querer.
Alguien que lo da todo y aun en sus días más tristes, siempre tiene una sonrisa que dedicarte.
Alguien que siempre está dispuesto a ayudarte, a darte consejos, que te hace recapacitar,
pensar más en las cosas, en valorarlas, que te enseña a quererte más a ti misma.
Alguien que siempre está dispuesta a darlo todo por conseguir una sonrisa ajena.
Alguien que sufre, que padece, que siente y que tiene el corazón más grande
que jamás haya visto ni conocido en persona.
Alguien a quien necesitas día a día en tu vida. Porque créeme, es un ser maravilloso.
Sencillamente,
no hay palabras para decir cuanto, de que forma y que sentido da a mi vida.
Alguien a quien quiero con toda mi alma.
Alguien que sin saber ni cómo ni porqué, apareció en mi vida,
se alojó bien dentro de mi corazón, y del que jamás por nada del mundo se irá.
A ti, querida hermanita... te agradezco y simplemente te doy un GRACIAS, por existir,
por estar a mi lado, por quererme, por ser tan transparente, por darme tantísimas emociones,
pero sobretodo por saber comprenderme, por ser como eres y porque
a pesar de los pesares jamás perdiste la alegría de vivir.
Ti voglio tanto ma tanto bene!

Gracias a ti.. hermanita
Ti voglio un bene infinito

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~ Riccardo Cocciante "Per un amico in più" ~